Si bien a muchos de nosotros nos gusta pensar que sabemos lo que sucede debajo del capó de nuestro automóvil, la realidad es que, en el mejor de los casos, tenemos una idea vaga. Es posible que podamos decir qué está mal, pero no sabemos cómo solucionarlo. Conocemos nuestros autos lo suficientemente bien como para saber cuándo algo anda mal,